LAS 7 VIRTUDES DE UN DEMOLAY 

  

La Orden DeMolay tiene como base, siete luces, que simbolizan las siete virtudes cardinales de un DeMolay.

 

   Son luces que iluminan nuestro camino conforme viajamos por el camino de la vida. Son símbolos de todo lo que es bueno y correcto y en la que nosotros prometimos basar nuestras vidas.

 

 

Estas siete virtudes cardinales de un DeMolay son:

 

1.      Amor filial – es el amor entre padres e hijos;

 

2.      Reverencia por las cosas sagradas – es el respeto por todo lo que es sagrado. Es el amor que tenemos por el Padre Celestial, cualquiera sea la convicción religiosa que tuviéramos de Él;

 

3.      Cortesía – es lo que alumbra nuestra vida. Es la consideración hacia los demás. Es cuidar nuestra educación, y el trato amable con nuestros semejantes;

 

4.      Compañerismo – es lo que mantiene vivos nuestros ideales.  Es la fuerza de la unión y el espíritu de grupo en que todos buscamos mejorarnos recíprocamente, mediante ayuda, consejo, compartiendo y sosteniéndonos en las buenas como en las malas;

 

5.      Fidelidad – es cumplir concientemente nuestros compromisos, siendo fieles a nuestros amigos, hermanos, a nuestros ideales, y al Padre Celestial;

 

6.      Pureza – es la pureza de pensamientos, palabras y acciones;

 

7.      Patriotismo – es el amor y el respeto por su patria, sus símbolos patrios, su pueblo, su cultura y sus orígenes. Es la búsqueda de ser siempre un buen ciudadano.